viernes, 11 de julio de 2008

Inteligencia. Entre razón y fe

Santo Tomás quiso creer que se podía llegar a dios por medio de la razón, pero vino el nominalista Guillermo de Ockan y dijo que fe y razón son incompatibles. Pero todo esto es mucho más complejo y, aunque tenga relación, no es el tema de este pequeño artículo.
Diderot prefería que su sastre y su lacayo creyeran en dios porque así lo engañarían menos. Claro, de esto se desprende la gran dependencia empírica de Diderot, lo mucho que creía en los hechos demostrables antes que arrodillarse ante la cruz. Con todo esto me pregunto, ¿es igual de inteligente una persona que razona y una que se cree algo porque viene directamente impuesto por un "libro sagrado", hecho por hombres? Hombre, ustedes juzguen, pero nadie sabe el sexo de los ángeles, y menos aún, nadie los ha visto, y el que se vanaglorie de ello no tiene que estar a muchos metros de su psiquiatra. La fe en el progreso nos ha llevado a avances inimaginables para aquellos hombres que nunca se cuestionaron su existencia, o simplemente ya se la habían cuestionado otros. Lo vemo, lo han demostrado, es palpable lo que el hombre hace por avanzar, aunque a veces se utilice la ciencia para aniquilar al ser humano.
Decía I. Kant en su célebre obra "¿Qué es la Ilustración?, y responde: "es la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad, donde el hombre no podía guiarse solo; ahora no depende de los tutores (dios y la religión), sólo del uso libre de la razón". Ahora el hombre debe ser feliz en la tierra, o por lo menos intentarlo, porque el cielo no es garantía de seguridad; no es demostrable ahora, ni lo ha sido nunca.
Decidan que es lo que les convienen, respeten a sus contrincantes intelectuales, pero nunca dejen de pensar. Ah, bueno, no sé si es un término correcto el de pensar, quizá desde la indemostrabilidad de las cosas se aleja de forma radical, como dos polos contrarios.

2 comentarios:

Cikatrizes dijo...

La fe sólo sirve para no tener qué preocuparse y vivir en un mundo rosa palo, por lo menos. Estoy de acuerdo con Kant. Un saludo y dos besos ;)

Xavi Vragas dijo...

Nada de vivir en las nubes.
Los pies en la tierra.